ROGERS BOOTS: UNA HISTORIA DE PASIÓN, RESISTENCIA Y LEGADO
En cada par de botas Rogers hay más que cuero y costuras impecables. Hay una historia de lucha, de reinvención y de un espíritu inquebrantable. Esta no es solonuestra historia; es la historia de aquellos que desafían el destino y forjan su propio camino.

DEL SUEÑO AMERICANO A LA VISIÓN MEXICANA
Todo comenzó en 1985, cuando un joven soñador, después de no ingresar a la Escuela Militar de Ingenieros, tomó la decisión de cruzar fronteras en busca de un futuro. Trabajó incansablemente en los campos de jardinería de Estados Unidos, ahorrando cada dólar con un propósito: regresar a México y construir algo propio.

De vuelta en Taxco en 1986, encontró su primera gran oportunidad en la industria de la plata. Conducía miles de kilómetros entre Taxco y Cancún, llevando consigo no solo productos, sino la determinación de un emprendedor que no teme arriesgarse. Y así, con cada viaje, con cada venta, el sueño comenzó a tomar forma.

DEL SUEÑO AMERICANO A LA VISIÓN MEXICANA

El 8 de septiembre de 1988, el huracán Gilberto azotó Cancún con una furia implacable. La ciudad quedó devastada y, con ella, muchas esperanzas. Pero donde otros vieron ruinas, nosotros vimos una oportunidad.


El camino nos llevó hasta Tijuana y Nogales, donde un giro inesperado cambió todo.


En lugar de regresar con plata, regresamos con piel. Chalecos, portafolios, canguros… sin saberlo, habíamos encontrado nuestra verdadera identidad. La piel era más que un material; era un símbolo de resistencia, de carácter, de autenticidad. Y Cancún, renaciendo de la tormenta, abrazó nuestra visión.


En noviembre de 1990, abrimos nuestra primera tienda Rogers Boots. Un pequeño local, pero con una ambición descomunal. En un año, ya teníamos seis tiendas.


Crecimos rápido, muy rápido. Con cada par de botas vendidas, con cada cliente satisfecho, nos convertimos en un referente del estilo y la calidad.


Pero la historia no estuvo exenta de desafíos. Aprendimos que el éxito sin estructura es frágil. Sociedades mal planteadas, falta de respaldo jurídico y confianza ciega nos costaron tiendas, capital y lecciones valiosas. Sin embargo, nada pudo detenernos.

DEL CRECIMIENTO A LA TORMENTA: EL HURACÁN WILMA Y LA REINVENCIÓN

Año 2005. Rogers Boots se había convertido en una marca icónica, con 30 tiendas en los principales destinos turísticos del país. Nuestra presencia en el mercado era fuerte y estábamos en constante expansión. Estábamos en la cima.

Entonces llegó Wilma, el huracán más feroz en la historia de Cancún. La devastación fue total. Las aseguradoras, con cláusulas ocultas, minimizaron los pagos. Las bodegas llenas para la temporada alta se convirtieron en una carga imposible de recuperar. La tormenta no solo destruyó nuestras tiendas; amenazó con borrar todo lo que habíamos construido.

Pero el espíritu de Rogers Boots no se rinde. Nos reinventamos. Apostamos por algo que pocos se atrevían a explorar: la piel exótica. Pitón, cocodrilo, avestruz… materiales que reflejan poder, exclusividad y elegancia.

Ya no vendíamos solo botas, vendíamos carácter.

Hoy, después de pandemias, crisis económicas y competencia desleal, seguimos de pie. No solo eso, seguimos innovando.

Cada bota, cada cinturón, cada prenda que vendemos es un tributo a nuestra historia, a nuestra lucha y a la visión que nos trajo hasta aquí.
Nuestro ADN es resiliencia. Nuestra esencia es calidad. Nuestra misión es vestir a quienes, como nosotros, desafían el destino y dejan huella en el mundo.
Y TÚ, ¿ESTÁS LISTO PARA SER PARTE DE ESTA HISTORIA?

No solo compres unas botas. Únete a una tradición de carácter, valentía y estilo inigualable.

Bienvenido a Rogers Boots. Donde cada paso cuenta.